Durante la última semana del mes de julio, China ha sembrado el desconcierto en los mercados, por las amenazas de Pekín con cambios legislativos que generan incertidumbre para el sector tecnológico.

Esta semana ha sido en China el foco del ataque, pero no tenemos que olvidar que en EEUU se sigue muy de cerca la evolución de las empresas de uno de los sectores más favorecidos de todo lo sucedido con la pandemia. La gran preocupación, en las dos primeras economías del mundo, es el tamaño que están adquiriendo determinadas empresas, con el consiguiente riesgo de monopolio e incluso de posición de poder, que las puede convertir en riesgos sistémicos.

Si bien es cierto, que de momento en EEUU no se han dado pasos agresivos para intervenir en esas compañías, lo cierto es que ya han comenzado las peleas judiciales y aunque no se han producido cambios, lo cierto es que la polémica esta lejos de haberse terminado.

El Gobierno americano, podría legislar para trocear algunas compañías, lo que tendría un impacto importante en la cotización de aquellas que lo sufriesen, así como en todo en sector, no sólo en EEUU, sino en el resto de países. Una economía y una democracia como la americana, no hará algo de esa naturaleza de forma sencilla y precipitada, pero los expertos consideran que podría ser posible.

Si eso está sucediendo en EEUU, podemos imaginar que China está todavía más predispuesta. Un país comunista desde el punto de vista político, pero capitalista desde el punto de vista económico, tiene costuras muy complejas, que están sufriendo la tiranteces propias de la enorme fricción que comunismo y capitalismo extremos, como se ponen en práctica en China.

Los expertos no son ajenos a estas fricciones, que sin duda tendrán consecuencias para la economía China y puede que también para el resto del mundo.

Dentro del sector tecnológico chino, son las empresas de plataformas de redes sociales, de ventas de alimentos y de transporte de pasajeros, sobre las que se ha instalado la incertidumbre de los posibles cambios regulatorios en Pekín.

El impacto en el mercado bursátil asiático ha sido inmediato, que también se ha traslado a Europa y EEUU. La razón es el impacto que puede tener en las cuentas de esas empresas e incluso en la economía mundial. En principio la caída ha sido puntual, pero los expertos coinciden en que es un tema a seguir muy de cerca como va evolucionando, porque es una clara amenaza para la recuperación. Esta realidad es la que hace también que ningún país se precipite en tomar medidas que puedan afectar a las economías.

No hay que olvidar que venimos de una recesión mundial histórica y la incipiente recuperación de las economías, podría ponerse en peligro, por ello las decisiones políticas que afecten a ello, serán analizadas con mucho detenimiento en estos momentos.