La reunión de la Fed esta semana, apuntaba a que iba a se más de los mismo que las anteriores, pero finalmente no ha sido así.

Para los inversores, gestores y analistas, la cita tenía mucha expectación, a la espera de que Powell dejase entrever el futuro de la política monetaria en EEUU, y sus declaraciones en la rueda de prensa posterior a la reunión, han dado mucho juego, para empezar a mirar lo que se avecina el horizonte.

Si la semana pasada era Lagarde, desde el BCE, la que adelantaba las previsiones de recuperación del crecimiento de la Zona Euro, a niveles prepandemia, al primer trimestre del año próximo, ahora Powell ha confirmado que la recuperación de la economía americana es más intensa de lo que tenían previsto y que los alarmantes niveles de inflación actuales, pueden ser transitorios en parte, pero también tienen indicios claros de que la fortaleza de la inflación es alta.

Ante esas contundentes afirmaciones, ha afirmado que los tipos de interés van a subir antes de lo previsto en EEUU, adelantándolos a 2023, con una subida de un 0,25%. Algún miembro de la Fed se ha atrevido a pronosticar, que incluso podría ser a finales de 2022. Cuando ya se establece una fecha aproximada para subir tipos, lo que también se producirá, más pronto que tarde, es la retirada de la compra de deuda mensual en los mercados financieros. Por ello, prácticamente tienen confirmado, que a finales de agosto o comienzos de septiembre, se podrá fecha para ello.

La buena noticia es que las economías crecen a niveles más altos de los inicialmente previstos, ahora que la vacunación avanza de forma importante, que la pandemia puede decirse que está controlada y las economías volviendo a recuperar un ritmo constante, al tiempo que muy acelerado, en muchos casos.

A partir de ahora también empiezan a llegar las ayudas del fondo de recuperación en la Unión Europea a los distintos países. España recibirá hasta final de año unos 19.000 millones y habrá que ver si el gobierno cumple con las exigencias de Bruselas, en materia de reformas laborales y de pensiones, porque la mitad de esos fondos están condicionados y si no se cumple, habría que devolverlos. De momento el impopular anuncio del gobierno de subir el salario mínimo interprofesional, ya se ha descartado, para no afectar de forma negativa a la recuperación del empleo.

En los mercados financieros, el nuevo escenario hace prever, que las compañías con beneficios y menos endeudadas, sean las que menos sufran el cambio de escenario, mientras que las que no estén en esas condiciones, serán más vulnerables.

El sector financiero, sobre todo el americano, se verá beneficiado por el aumento de márgenes. En Europa dependerá de la situación de cada banco, porque el aumento de los márgenes les beneficia, pero si aumenta su cartera de morosidad, se verán perjudicados.

El sector tecnológico americano, que ya ha sufrido el impacto de las subidas de tipos, con caídas en sus cotizaciones, verán recuperarse aquellas compañías que tengan beneficios y no necesiten grandes cantidades de financiación para sus futuros planes.

Los expertos también consideran que las compañías de los sectores más cíclicos como el turismo, el automóvil, las materias primas, el ocio o las industriales, serán de las más beneficiadas.

En cuanto a la renta fija, buena parte de los expertos consideran que la deuda pública será las más perjudicada, mientas la renta fija ligada a la inflación, cobrarán mayor protagonismo.