Este año la Semana Santa podrá tener celebraciones religiosas, aunque con restricciones importantes, tanto para los que las disfrutan como periodo vacacional, como los que lo hacen desde el punto de vista espiritual, o ambos.

La Pasión la llevamos sufriendo ya hace un año, con visos de llegar a la Gloria, tal vez en la Semana Santa de 2022. El retraso del proceso de vacunación, comparado con el plan previsto, nos lleva a pensar en el año 2022, será cuando la normalidad económica y en la vida de las personas, nos recuerde la época prepandemia.

De momento el Banco de España ya ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico para este año, del 6,8% al 6%. Esta realidad es el reflejo de las restricciones que se han impuesto en la mayoría del país, para controlar la tercera ola de la pandemia.

A las puertas de comenzar la Semana Santa, ya preocupa la cuarta ola, dado que está aumentando el número de contagios en buena parte de los países de Europa. En España, tanto lo sanitario como lo económico, va por Comunidades Autónomas. El hecho de que el Gobierno haya cedido la responsabilidad de gestionar la pandemia a cada Comunidad, está provocando discriminaciones importantes entre los españoles, porque todo depende de la Comunidad en la que viven.

Sin ningún género de dudas, Madrid es la Comunidad que ha demostrado estar a la altura de las complejas y dramáticas circunstancias que vivimos desde hace una año. Los madrileños son los que menos restricciones han sufrido, los que ven crecer su economía y el empleo, sin que por ello hayan tenido mayores daños en lo personal, desde el punto de vista sanitario.

Hasta que las olas dejen de ir y venir, o lo hagan con menor virulencia, esa injusta y discriminatoria situación, tiene visos de seguir produciéndose. Pocos o ninguno de los Gobernantes aprenden de sus errores e intentan seguir los pasos de los que lo hacen mejor.

Esta misma semana, Angela Merkel ha rectificado el paquete de medidas restrictivas que había planteado, e incluso pidió disculpas a la ciudadanía, por lo que ella terminó considerando, errores en la gestión. En nuestro país no tengo constancia, de que nadie haya pedido disculpas por la gestión errónea, que está arruinando a muchas familias y dañando la salud física y mental de otras tantas.

En EEUU van a velocidad de crucero en las vacunaciones y su economía lo está reflejando, con la fortaleza que les convierte en la primera economía del mundo y con los datos de empleo semanales en su mejor nivel desde hace un año.

Por aquí tenemos menos suerte y no porque no nos la merezcamos, sino porque nuestro modelo productivo, ya se sabía que estaba obsoleto, pero desde los distintos Gobiernos en las últimas dos décadas, nadie se ha tomado en serio en darle la vuelta, de forma irreversible y valiente.

En la Unión Europea a España le troca presidir en la segunda parte de 2023, justo la fecha en la que corresponderían las elecciones a nivel nacional. Estas no se pueden retrasar a 2024, ni se pueden celebrar durante la presidencia en Europa, de ahí que se cada vez se habla más de elecciones anticipadas, por mucho que desde el Gobierno se niega esa posibilidad.

La Pasión, la tenemos más que clara y focalizada, ahora nos queda pensar en la Gloria, porque aunque parece lejana e incluso difusa, llegará, porque siempre que llueve escampa y detrás de las crisis llega la recuperación. Ahora se trata de mantenerse vivos, tanto en lo económico como en lo físico, para poder disfrutar de la Gloria, tras haber transitado por el Calvario.