En tiempo de Halloween parece macabro lo que está provocando el virus Covid 19, pero desde luego lo que más terror causa al mundo empresarial y económico, son los Presupuestos Generales del Estado presentados esta semana.

No hace falta irse de fiesta ni ver películas de miedo, para vivir Halloween con total realismo. Sólo hace falta escuchar o leer las noticias, o a los expertos en asuntos económicos.

Cuando la gran mayoría de la sociedad española está luchando como nunca, por mantener su salud, tanto física como económica, los responsables de la gestión del presupuesto de todos los ciudadanos, han vuelto a demostrar que viven una realidad totalmente paralela y ajena al conjunto de los ciudadanos.

Los directivos empresariales, los empresarios y los expertos han mostrado su indignación y profunda preocupación por el proyecto de presupuestos presentado. En el momento más difícil para la economía española, el aumento del gasto a cotas históricas, sin que se vaya a partidas productivas, sólo va a servir para alargar las consecuencias de la crisis, durante décadas.

Mientras Alemania está adoptando medidas que llevan a bajar impuestos y ayudar a los sectores más dañados, así como aprovechar las oportunidades que se abren para modernizar los tejidos productivos, así como la economía del país, en España, la dirección adoptada es justo toda la contraria.

El impacto en la economía española, para la recta final del año, con las nuevas medidas restrictivas, la pandemia sin control y el cansancio de la ciudadanía, desde luego dejan muy desfasados los presupuestos que se pretenden aprobar. El mayor daño que puede sufrir nuestra sociedad en los próximos meses, es la pérdida de la esperanza respecto al futuro.

Un Gobierno que demuestra cada día su incapacidad para gestionar esta crisis, ni en lo sanitario ni en lo económico y que además abusa del poder, para legislar y gobernar al más puro estilo autoritario, no sólo genera desconfianza a los inversores internacionales o nacionales, sino que genera una conflictividad social en aumento, de impredecibles consecuencias.

En este momento de nuestra historia, los españoles se encuentran más desconcertados, asustados y desamparados, que nunca. Justo cuando más se necesita el talento, la solidaridad, la responsabilidad individual y colectiva, menos tenemos de todo ello.

Las semanas van pasando, desde que comenzamos la vuelta al cole en septiembre y la situación lejos de ir mejorando, va siendo cada día más compleja y desconcertante.

Las preguntas que la mayoría de los ciudadanos se hacen son: ¿hasta dónde vamos a llegar? ¿quién puede ayudarnos a enderezar el rumbo?

Las respuestas no las sabe nadie y de lejos, no las vamos a encontrar en los meses inmediatos. Tenemos que poner en práctica nuestra capacidad de resiliencia individual, que esa sólo depende de nosotros.

En EEUU las elecciones presidenciales más convulsas de la historia, se celebrarán el próximo martes 3 de noviembre. El peor de los escenarios sería una crisis institucional en la que la primera economía del mundo,  en la que no tuviese presidente en el corto plazo y se viese agudizada la crisis económica, sin las nuevas medidas de estímulo que ya deberían haberse aprobado a finales de julio.

Ganando uno u otro candidato, con margen importante, los mercados financieros estarían más tranquilos, dado que preocupa el desgobierno, más que la política que aplicará cada candidato.

Feliz Halloween! Este año con más realismo que nunca.