Las últimas semanas del mes de septiembre están teniendo una enorme volatilidad en los mercados financieros y según los expertos, la recta final del año va a seguir con esta dinámica.

Las subidas verticales de buena parte de los mercados financieros, desde que tocaron los mínimos de marzo, se ha visto truncada en el mes de septiembre. Las razones las encontramos en los nuevos rebrotes, la falta de acuerdo en el Congreso americano para poner en marcha el nuevo paquete de estímulos fiscales y la ausencia de nuevas medidas por parte de los bancos centrales.

Por supuesto, todo esto hace mella en los mercados, por el mal de altura, sobre todo de los índices americanos y en concreto del sector tecnológico. A todo ello hay que añadir las incertidumbres que provocan un posible Brexit duro y las elecciones americanas. Estas últimas empiezan a preocupar cada día más, porque no hay un candidato claro a ganarlas y sobre todo, porque en los mercados temen que sean las más caóticas de la historia, lo que podría generar una enorme inestabilidad política, si tras el recuento no hay un ganador claro o se produce una impugnación del resultado.

El actual presidente americano ya se ha manifestado al respecto, dejando claro, que puede que no acepte el resultado, si tiene indicios claros de haya habido irregularidades. Una afirmación tan subjetiva como preocupante, que está empezando a tomar forma en las inquietudes de los analistas e inversores.

Por otro lado, el ansiado acuerdo para el nuevo paquete de estímulos, parece que no se va a poder llevar a cabo hasta que haya nuevo presidente, lo que alarga sin plazo una medida que los mercados llevan esperando desde finales de julio.

Los rebrotes en varios países como Reino Unido, España o Francia están provocando un aumento de restricciones selectivas, que tendrán impacto en las maltrechas economías y en sus diferentes recuperaciones.

Por todo ello, y a falta de pocas sesiones para que se acabe septiembre, ya se está hablando de que posiblemente, el todo poderoso índice americano S&P 500 podría llegar a perder este mes en torno al 7%, lo que sería su mayor caída desde el año 2002, dejando con ello lejos, los máximos históricos alcanzados.

Ante tantas incertidumbres y el aumento de la volatilidad, los inversores deberán recordar que si las carteras están elaboradas y diversificadas, la serenidad será la emoción que deberán poner en práctica, para no tomar decisiones erróneas, que puedan costarles mucho, como sucede siempre que los mercados se mueven de forma extrema.