Además de la salud física, la vida y el trabajo individual, buena parte de los españoles pueden verse afectados, si el actual gobierno saca adelante los proyectos que está planteando.

La primera amenaza que han escuchado los ahorradores españoles, ha sido la de que parte del gobierno está planteando la posibilidad de nacionalizar el ahorro, como medida para encontrar liquidez rápida para hacer frente a los gastos públicos.

La segunda amenaza viene en forma de subidas de impuestos o la creación de impuestos nuevos. Las subidas de impuestos siempre afectan a la mayoría de los ciudadanos, porque de una manera u otra, sus rentas o sus patrimonios lo sufren. Las subidas de impuestos en momentos de crisis económicas graves, lo que han provocado es agudizar las crisis, por tanto en estos momentos es una medida realmente inoportuna. La creación de impuestos nuevos, con la justificación populista e injusta de que los más ricos deben soportar buena parte de la carga fiscal, ya ha sido anunciada por anteriores gobiernos y ninguno ha conseguido ponerla en práctica. De hecho la ministra de Hacienda está en contra, porque ponerle puertas al campo no es fácil, afortunadamente, para evitar abusos de poder como los que se están intentando ejecutar en nuestro país.

La tercera amenaza viene de la posibilidad real de la quiebra de muchas familias empresariales. Las quiebras de sus empresas, pueden llevar a responsabilidades a los administradores de las mismas, que les hagan tener que responder con el total de su patrimonio, lo que en muchos casos, si no ha habido una buena planificación patrimonial previa a estas situaciones, que lo impida, puede llevar a la ruina a las familias.

Ante todas estas amenazas, la solución es una buena planificación patrimonial, que haga frente a cada una de ellas, tanto para la situación presente como para el futuro. En cuanto a la nacionalización del ahorro, hay que tener presente que si ese dinero en efectivo, se califica como inversión, no como ahorro en depósitos bancarios, ya estaría protegido.

Respecto a las subidas de impuestos, buena parte de ellas se pueden mitigar con vehículos de ahorro que permitan el diferimiento fiscal, para ganar tiempo, hasta que se produzca otro cambio legal, que beneficie a las rentas del capital.

Las inversiones inmobiliarias son las más dañadas, porque los IBI, y el IRPF, les obligan cada año a declarar los ingresos, sin medidas que puedan diferir el pago y ganar tiempo.

Por otro lado, la combinación del IRPF, o el impuesto de patrimonio, con el impuesto de donaciones, puede ayudar a dar soluciones individuales, que mitiguen el impacto de la subida de impuestos.

Finalmente, formar parte de la Unión Europea y la Zona Euro, nos permite acceder a vehículos para invertir el ahorro desde España, con la protección de la legislación nacional e internacional, para evitar embargos o la nacionalización.

Por tanto y en conclusión, todas las amenazas que ahora se ciernen sobre los patrimonios de los españoles tienen soluciones y vías, para evitar el impacto o mitigarlo. Ahora más que nunca, estar en manos de profesionales expertos en este tipo de servicios, son sin duda tan vitales para el patrimonio, como lo es para la vida, seguir los consejos de los expertos sanitarios mundiales ante el Covid-19