El comienzo de año siempre se ha caracterizado por los buenos deseos, la lotería del Niño y hablar de la famosa cuesta de enero, que al igual que la de septiembre, suelen poner a prueba los presupuestos familiares.

Dentro de los buenos propósitos que cada uno pretenda hacer para este 2020, elaborar un buen presupuesto familiar, resulta cada día más importante, si queremos tener saneadas las finanzas, pensando no sólo en el corto plazo, sino sobre todo a medio y largo.

Conceptos como el ahorro anual, la protección familiar ante posibles contingencias que afecten a los ingresos necesarios, rentabilizar el ahorro acumulado, planificar fiscalmente para ahorrar impuestos etc. son imprescindibles. Si quieren profundizar en todo ello, les invitamos a que miren con detalle los consejos que pueden poner en práctica pinchando en este enlace.

La inflación del año 2019 ha sido de un 0,8%, lo que servirá de referencia para compararlo con la rentabilidad obtenida con la liquidez o efectivo del patrimonio, teniendo en cuenta que si ha sido superior, han ganado poder adquisitivo y si ha sido inferior, lo han perdido. Para no hacerse trampas al solitario, deberían tener en cuenta también lo obtenido en 2018, por tanto deberían hacer un balance de cuanto tenían el 31 de diciembre de 2017 y cuanto tenían al 31 de diciembre de 2019, y al resultado que les salga, restarle la inflación de los dos últimos años. Por supuesto no se debe tener en cuenta el ahorro personal que se haya hecho y que ha podido incrementar el patrimonio, porque el ejercicio nos debe llevar a la conclusión de si la rentabilidad obtenida entre 2018 y 2019 ha superado la inflación de esos dos años. Los inversores que hayan sabido tener estrategias diversificadas en todo el mundo y sin haber salido del mercado en 2018, serán los que lo han conseguido.

Los ahorradores deben tener muy presente que el principal objetivo financiero debe ser evitar las quiebras familiares. Estas se suelen producir por falta de liquidez, que impida hacer frente a los gastos corrientes de la familia. La crisis financiera de 2008 nos dejó muy claro que un patrimonio familiar puede quebrar, aunque tenga numerosos inmuebles u otros bienes ilíquidos, si no hace frente a sus pagos de las deudas o impuestos. De ahí que el equilibrio patrimonial es sin duda clave para evitar las quiebras, de ahí la necesidad de tener liquidez y ésta invertirla correctamente.

El comienzo del año nos ha traído una par de sorpresas en los mercados, que se equilibran, al ser una positiva y la otra negativa. La positiva, y esperada, es la fecha exacta en la que se va firmar en la Casa Blanca, la primera fase del acuerdo comercial entre EEUU y China, que será el 15 de enero.

La negativa, justo al día siguiente, ha sido la muerte de un General iraní, tras un bombardeo americano, que ha provocado las amenazas de represalia por parte de Irán. Los mercados financieros que habían acogido con euforia en su primera sesión de 2020, la fecha de la firma, se enfriaron de golpe. Caídas en los principales índices bursátiles, y con ello traslado de esa liquidez a refugios como los bonos alemanes, el oro o el yen. El petróleo reaccionó con subidas de más del 3%.

Aunque es pronto para hablar de las consecuencias de este acontecimiento, no recogido en las previsiones para este 2020, en principio, no debería suponer cambios importantes. No obstante, ya tenemos el primer aumento de volatilidad, en un año en el que se esperan más. Con todo ello, debemos recordar que los mercados asiáticos, junto con Europa son de los más recomendados por los economistas, porque las valoraciones de las empresas son más atractivas de lo que pueden serlo las americanas para este 2020.

En cualquier caso, las estrategias globales y flexibles, son las más recomendadas para obtener una rentabilidad anual que nos permita superar la inflación, incluso con cierta holgura.