El resultado electoral era bastante previsible, según lo que esperaban la gran mayoría de los analistas. Bien es cierto que algunos se llevaron sorpresas monumentales, pero la fragmentación estaba descontada.

Por ello en la sesión del lunes día 11, tras las elecciones del domingo, el IBEX 35 apenas sufrió cambios. Todo dio un giro de 180 grados, tras la comunicación en 24 horas, del pacto entre PSOE y Podemos,que según calificativos de la prensa económica, ha provocado el pánico e inquietud máxima para la gran mayoría de los inversores, ahorradores y empresarios.

 Con una economía en desaceleración, y con lo que puede suponen la política económica en los próximos años, el fantasma de la gestión de Zapatero ha vuelto a aparecer, recordando por doquier, que dejo a España apunto de ser intervenida.

 El primer impacto se lo ha llevado el sector financiero de lleno, al que se suman otra dificultad más, para llevarlos aún más contra las cuerdas, tal y como han reflejado las cotizaciones de las acciones.

 Al margen del tema económico inmediato, el pacto también supone un desafío al Estado, que es aún más grave que el impacto económico acorto plazo, porque afecta al bienestar social conseguido desde los inicios dela democracia y a la convivencia social. Una mayor confrontación sólo nos llevará a consecuencias dañinas para todos.

 Este escenario que se plantea no es para nada exagerado,porque ya hemos iniciado esa senda. Se trataba de encontrar políticos con altas miras y dosis de responsabilidad, que llegasen a un pacto de Estado, como se hacía en los primeros años de la democracia, pero que ahora se han esfumado de un plumazo.

 Las próximas semanas y meses, serán cruciales para tener la certidumbre de que nos adentramos en un territorio macabro o iremos a otros posibles escenarios, que aunque malos, al menos sean esperanzadores.

 Ante esta realidad, los ciudadanos se tienen que preparar para tomar decisiones en materia de planificación económica doméstica, que les permite que sus finanzas familiares no quiebren. Las empresas deberán hacer exactamente los mismo.

 Por ello la primera decisión será saber en qué profesionales confiar para hacer la estrategia para los próximos años, dado que no contar con ayuda o que esta no sea la adecuada, va a tener consecuencias importantes para los intereses económicos de cada uno de los españoles.