Cuando comenzamos el mes de octubre, los retos del Brexit, la Guerra Comercial entre EEUU y China, así como la desaceleración económica, nos hacían presagiar un mes complicado para los mercados financieros.

Ahora que ya ha finalizado, lo cierto es que se han solventado los asuntos más sensibles, de forma muy favorable para los mercados financieros. Las caídas de las primeras sesiones, fueron dando paso a la calma y posteriormente a la recuperación.

El Brexit duro ya está descartado, con el nuevo plazo concedido por la Unión Europea hasta finales de enero de 2020 y con las elecciones anticipadas en Reino Unido para el 12 de diciembre.

Por otro lado, EEUU y China están confirmado los avances en su acuerdo comercial, al menos en la primera fase. No olvidemos que la desaceleración económica que se está constatando en el sector industrial, viene en buena parte como consecuencia de esos desencuentros comerciales, siendo Alemania y Japón las economías más afectadas, aunque ninguna escapa de ello.

La Reserva Federal ha bajado tipos un 0,25% en la última reunión, tal y como estaba previsto. Se trata del tercer recorte, y en principio, el presidente Powel no tiene intención de seguir bajándolos, porque ya lo considera suficiente.

Mientras tanto, las empresas que cotizan en bolsa han ido publicando sus resultados, que en la parte americana, en líneas generales están cumpliendo las expectativas, por ello el índice S&P 500 ha marcado máximos históricos en octubre.

En nuestro país destaca los decepcionantes resultados de buena parte de los bancos, lo que ha llevado al selectivo a perder en la recta final del mes, los máximos alcanzados durante octubre por encima de 9.400 puntos.

El Presidente del BCE Mario Draghi ha dejado paso a la nueva presidenta, Lagarde, y con el mandato a los gobiernos de los países de la Zona Euro, de que deben estar dispuestos a poner en marcha políticas fiscales que permitan ayudar a sus economías domésticas.

Ahora que estamos en la recta final del año y con los asuntos más sensibles dando tranquilidad, parece que podríamos asistir a un final de año más tranquilo, que ayude a consolidar los importante beneficios logrados durante los 10 primeros meses, para aquellos inversores que han sabido diversificar en gestoras, activos y estrategias.

Posiblemente la gestión value está siendo la que más disgustos está dando a los inversores. Los expertos afirman que para los próximos años la rentabilidad vendrá de la mano de las empresas globales que paguen buen dividendo y que tengan negocios estables. La sobreponderación en renta variable sobre la renta fija, parece un consenso, aunque bien es cierto que hay que estar dispuestos a aceptar más volatilidad y analizar los resultados de las carteras, en periodos no inferiores a tres años.

Ahora nos adentraremos en el mes de noviembre, donde a nivel doméstico, la cita electoral del día 10, es lo más relevante, por lo mucho que se juega nuestro país, desde el punto de vista económico.