Ahora que ha finalizado el mes, ya podemos confirmar que los inversores se han visto animados a vender en los mercados de renta variable, cumpliendo con la máxima que reza en el mercado, de que hay que vender en mayo y comprar en octubre.

La verdad es que el presidente de EEUU se lo ha puesto muy fácil a los que buscaban vender, dándoles motivos más que fundados, hasta la última sesión del mes. El aumento de las tensiones comerciales entre las dos potencias del mundo, se ha recrudecido esta semana, con la amenaza de EEUU con nuevos aranceles, así como la contestación de China de impugnar la decisión americana sobre Huawei y la amenaza de meter en el conflicto su situación de supremacía en las tierras raras. Estas últimas son aquellas que tienen unos componentes que son imprescindibles para el desarrollo tecnológico.

En la última sesión del mes, nos encontramos con la amenaza de EEUU a México, con la imposición de aranceles, para frenar la inmigración ilegal.

Toda esta situación está dentro del guion que los expertos tienen delante, sabiendo que por interés de los principales protagonistas de las tensiones, en algún momento volverá el diálogo sosegado y la búsqueda real de caminos para concluir el acuerdo comercial prometido, y sobre el que llevan trabajando los primeros cuatro meses del año.

Mientras tanto, algunos inversores han vendido posiciones, dejando el peor mes del año para los mercados de renta variable. En concreto el selectivo español, perdiendo la cota de los 9.000 puntos, se anota el peor mes de los últimos dos años. Las compras se han producido en los mercados de renta fija, que ofrecen rentabilidades mínimas, al igual que el petróleo que está con los precios en los niveles mínimos del año.

Las buenas noticias de la semana han venido de la mano del dato del crecimiento económico de EEUU, que despeja definitivamente la posibilidad de recesión, al menos en el corto plazo.

Por otro lado, los resultados electorales en Europa también han sido acogidos con cierto optimismo, y con la esperanza de que los nuevos representantes puedan enfrentarse a los retos del Brexit, la guerra comercial y la desaceleración de la economía europea, con garantías de avances o progresos, para mejorar la situación actual.

También han sido muy aplaudidos los resultados electorales de India, que garantizan el proceso de reformas en el que están inmersos y que les convierten en una de las economías favorita para el futuro.

En lo que coinciden la gran mayoría de los economistas y gestores es en el hecho de que en los próximos meses, la volatilidad del mercado seguirá siendo alta, tras los placenteros primeros cuatro meses del año. Mientras las dos principales economías del mundo sigan con su particular tira y afloja, los mercados seguirán expectantes, porque la amenaza de que no se llegue a un acuerdo en los próximos meses, realmente tendría un impacto que ahora nadie ha descontado, con la esperanza de que se resuelva antes de finales de año.

Mientras tanto, los inversores deberán interpretar correctamente el impacto en sus carteras de inversión y no hacer cambios dramáticos, si la gestión que están llevando a cabo es independiente, muy diversificada, al tiempo que ajustada a su perfil de riesgo.