La primera semana completa de mayo ya ha dejado claro que los rebalanceos de carteras, es decir, guardar parte de los beneficios en liquidez, buscando nuevas oportunidades de compra, ha resultado una estrategia adecuada.

Según parece China se ha desmarcado seriamente de la hoja de ruta. EEUU no está por la labor de firmar un acuerdo que perjudique a sus intereses de forma flagrante y mucho menos, si no hay garantías jurídicas por parte de China, en cuanto al cumplimiento de lo que se firme. Claramente a nadie interesa firmar un acuerdo que no sirva para nada y que dentro de unos meses nos lleve al punto de inicio, con un conflicto comercial como el que tienen o incluso de una envergadura mayor.

 

Ante la situación de amenazas cruzadas, entre las que se intercalan cartas y comentarios reduciendo el voltaje de la controversia, los mercados financieros han comenzado la semana con caídas importantes y generalizadas, llegando a la recta final con cierta recuperación de las pérdidas semanales.

 

También se alberga la esperanza de que las negociaciones sigan en las próximas semanas y que en el mejor de los escenarios posibles, en la cumbre de finales de junio del G-20. Si esto fuese así, los mercados financieros volverían a recuperar con fuerza, algo por lo que están apostando buena parte de los inversores, a tenor de los volúmenes de contratación que se están produciendo en el mercado de derivados.

 

Si por el contrario, el acuerdo no se firma, la situación en los mercados financieros se podría complicar mucho, teniendo en cuenta que la recuperación de estos primeros meses del año, se debe en gran medida a los avances en dicho acuerdo.

 

La economía mundial en desaceleración, se vería muy afectada por la guerra arancelaria y eso se reflejaría en los mercados bursátiles de inmediato. Por otro lado, aunque China está haciendo reformas internas que están empezando a notarse en la mejora económica y EEUU tiene una cómoda posición económica, los expertos coinciden en mencionar que a ninguna de las dos potencias les interesa desairar o decepcionar a los mercados financieros. De ahí que la esperanza del acuerdo siga muy viva, aunque hoy comiences a aplicarse los nuevos aranceles a China, que pasan del 10% al 25% y afectará a unos 200.000 millones de dólares.

 

La aplicación de estos aranceles no se hará a los productos que ya hayan salido de China, antes del día de hoy, por lo que parece que eso suavizará el impacto y se toma como una concesión por parte de EEUU.

 

Sea como sea, la volatilidad seguirá instalada en los mercados, y el primer susto del año ya se ha materializado en este comienzo del mes de mayo, a la espera de ver como será su comportamiento en el resto de semanas hasta darlo por finalizado.

 

Para la gran mayoría, hoy por hoy, es más una oportunidad de compra, que una razón para salir huyendo.