El Parlamento británico, rechazando de forma contundente el acuerdo que los miembros de la Unión Europea habían planteado al Gobierno de Tesa May, ha eliminado otra de las amenazas e incertidumbres con las que habíamos comenzado 2019.

Los mercados financieros están descontando que el Brexit no tendrá lugar o será un Brexit suave, coincidiendo con la opinión de la gran mayoría de expertos que se han pronunciado al respecto, tras la votación del pasado día 15.

Ahora la guerra desatada es política, y aunque Teresa May ha superado la moción de censura, nadie pone en duda que su tiempo al frente del Gobierno británico ha muerto. A partir de ahora comienzan las negociaciones y presiones políticas para encauzar la situación, al tiempo que buscan hacer rédito político, los distintos partidos. Bruselas tiene claro que están dispuestos a hablar, porque es lo que interesa a todas las partes, pero sin mucho margen de maniobra respecto al acuerdo alcanzado. Lo que parece claro es que el 29 de marzo no habrá Brexit, y que o se alargará en los plazos o se desechará definitivamente.Esto último parece difícil, aunque a estas alturas de la controversia, todo puede pasar.

Por otro lado,de momento nada sabemos con certeza de las negociaciones entre EEUU y China.Los mercados financieros subiendo en ambos mercados, está siendo interpretado como que ambos siguen negociando de forma amistosa. Las últimas noticas apuntan a que EEUU estaría pensando en reducir o eliminar algunos aranceles,porque con la lectura política de que Donald Trump quiere volver a presentarse,e incluso aspirar a ganar, lo innegable es que necesita calma en los mercados financieros y una economía controlada, para tener alguna posibilidad.

Todo apunta a que su última pataleta, provocando el cierre de su administración, está abocado a encontrar un camino de retroceso, porque si se alarga en el tiempo, podría provocar una desaceleración adicional de la economía americana e incluso llevarla a la temida recesión que quiere evitar y que a todas luces no le interesa.

En el resto de frentes abiertos, la semana próxima volveremos a escuchar al presidente del Banco Central Europeo, aunque hay menos expectación que en ocasiones anteriores,porque ya sabemos que la economía se está desacelerando. Los inversores estarán muy atentos a sus palabras sobre las intenciones en política monetaria,esperando que se confirme que tal vez no se suban tipos de interés en ningún momento en 2019, retrasando a 2020 la posibilidad de hacerlo.

Mientras tanto, en clave de política doméstica, la cita electoral de mayo, ya está provocando convulsiones en el espectro político, que se ha revolucionado, tras la sorpresa en el resultado electoral de Andalucía. Lo más inquietante, acorto plazo, siguen siendo los presupuestos generales del Estado, que el Gobierno pretende sacar adelante, y que son unos de los más controvertidos delas últimas décadas, por los daños que puede causar en la preocupante economía española.

Las subidas de los mercados en estas primeras semanas del año, están ayudando a los inversores a recuperar casi todas las pérdidas provocadas por el mes de diciembre, lo que está ayudando a recuperar el ánimo perdido, tras las caídas del año pasado en las carteras.