Si ya decíamos la semana pasada que se esperaba mucho de este 2019, pasados sus primeros 11 días, podemos afirmar, que el comienzo de año está siendo bueno e incluso prometedor.

Nos quedan más de 50 semanas por delante, y desde luego viviremos momentos de importante volatilidad, tal y como anuncian los expertos, pero de momento disfrutemos de la recuperación, que está tranquilizando a los inversores, dando la razón a los que opinan que las caídas de 2018, han sido desproporcionadas, en buena parte de los mercados.

Ahora los inversores tienen que tener clara que estrategia de inversión, sobre todo los niveles de riesgo que están dispuestos a asumir, que valores o mercados quieren tener, así como las gestoras en las que confiar. Todo esto va a resultar de vital importancia, porque en determinados valores, sobre todo del sector financiero, sería recomendable marcarse determinados niveles para ir vendiendo y reduciendo posiciones, aprovechando las subidas alrededor del 10% de muchos de ellos, desde los mínimos marcados a finales del año pasado.

El sector financiero es el que más estragos está causando en la mayoría de los patrimonios familiares en los últimos 10 años, por el enorme peso que supone en el conjunto patrimonial, así como por las caídas constantes a lo largo de los años. Los expertos afirman que las amenazas y retos a los que se van a enfrentar en los próximos años, en forma de escasa rentabilidad, problemas de imagen y la disrupción de las nuevas empresas tecnológicas, en competencia con las actuales entidades financieras, ponen en seria cuarentena al sector en su conjunto, sobre todo en Europa y en concreto en España.

La gestión independiente y global, también es un valor añadido que los inversores deben exigir a las gestoras de fondos de inversión, como garante de que los intereses están alineados con los inversores y que las comisiones que se pagan, van a verse justificadas por la flexibilidad, la independencia y la trasparencia.

Desde los años 80, los ahorradores han abandonado los depósitos de forma gradual, desde suponer un 63% la 40% actual, en favor de los fondos de inversión y la renta variable fundamentalmente. La cultura financiera de los ahorradores también ha ido en aumento, pero han ido aparcando la importancia de la selección de las entidades a las que confiar la gestión o el asesoramiento. De ahí que situaciones dramáticas en forma de preferentes, estructurados, bancos quebrados con valor cero para el accionista etc… hayan venido motivadas por esa deficiente selección.

A futuro, los inversores que quieran tener garantías de que eso no les va a suceder, o que sus patrimonios puedan superar la inflación y no perder poder adquisitivo en los próximos 10 años, deberán prestar máxima atención a la hora de seleccionar a los profesionales en los que confiar, así como hacer seguimiento, para que mantengan su independencia, así como su transparencia y profesionalidad.

Las buenas noticias del acuerdo comercial entre EEUU y China, así como las declaraciones del Presidente de la Reserva Federal americana, de que se va tomar con calma subir tipos de interés, han ayudado mucho en este comienzo de año. La nota discordante la tenemos en la fulgurante subida del precio del petróleo, que nunca es una buena noticia, y menos cuando las economías se están desacelerando. De momento el mercado no lo considera una amenaza, pero es una realidad que los gestores están monitorizando.