La primera semana del mes de julio nos ha dejado una batería de datos macroeconómicos alrededor del mundo, así como el inicio de la activación de los aranceles en EEUU y una mayor concreción de las subidas de impuestos que se avecinan.

Como cada primera semana de mes, los datos de actividad de servicios y manufacturera en los principales países del mundo, han reflejado que por el momento no hay síntomas de preocupación, y que las economías siguen creciendo a buen ritmo.

No olvidemos, que eso y los resultados empresariales, son lo que realmente cotiza en los mercados financieros, cuando el ruido de fondo va dejando paso a la realidad de los datos macroeconómicos.

El principal ruido de fondo de las últimas semanas se ha centrado en la guerra comercial de EEUU, contra el resto de potencias mundiales. El viernes se ha activado la primera imposición de aranceles en China, con la extraordinaria sorpresa de que los principales índices bursátiles locales han subido. En Europa todo apunta a que la sangre no va a llegar al río, tras la predisposición de Trump de no imponen aranceles a los automóviles europeos, si se reducen los que se aplican actualmente a los vehículos americanos, que son exportados a Europa. Angela Merkel se ha mostrado a favor de hacerlo y los principales índices bursátiles europeos lo celebraron con subidas.

Tras lo sucedidos en los últimos día, parece aumentar la esperanza de que tendrían razón quienes pensaban que detrás de la guerra comercial había más retórica que realidad. Tal vez sea demasiado pronto para pensar que la amenaza ha desaparecido, pero no está demás que cambien los discursos y las sensaciones, para que el ruido de fondo vaya bajando y con ello tal vez conseguir que los índices se muevan en terrenos más realistas, respecto a la situación de las economías y las empresas.

En la época estival en la que nos encontramos, los números respecto a la situación del turismo de nuestro país, no se hacen esperar. Por el momento las cifras siguen siendo buenas, pero todo apunta a que cuesta más colgar el cartel de completo, para quienes tenían lista de espera y que los visitantes gastan menos que el pasado.

Ante el auge enorme del turismo que ha tenido nuestro país en los últimos años, las críticas vienen de que España tiene fama de país caro entre los turistas y que eso está dañando al sector, porque Egipto, Túnez y Turquía, han vuelto como competidores directos, que hasta el año pasado no lo eran, por sus conflictos internos.

Tras los años de vacas gordas, llegan los de vacas flacas y tal vez este cambio se haya iniciado, aunque ahora sólo se atisben los primeros síntomas.

Quienes también quieren aprovechar los años de vacas gordas son los nuevos inquilinos del gobierno, que sin casi haber tomado asiento, ya tienen una lista que va a sufrir la subida de impuestos. Las empresas son las que están empezando a inquietarse seriamente, por la inseguridad jurídica que supone lo que se está anunciando y el impacto que puede tener en sus cuentas.

Todo esto nos hace presagiar conflictos a la vuelta del verano, teniendo en cuenta que el gobierno quiere hacer los trámites cuanto antes, para que entren en vigor a comienzos de año. En principio el IRPF no se va a tocar, pero las subidas de impuestos por la vía que sean, siempre los pagan los ciudadanos. Por tanto atentos, que ya sabemos lo que viene.