Que comenzamos la Semana Santa es algo que ya tenemos todos muy presente, y hasta los mercados financieros han querido sumarse, con el viernes de “pasión” y segundo momento de convulsión en el primer trimestre de 2018

Como dice la famosa frase: “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible”. Esto se lo podríamos aplicar al presidente de los EEUU y su forma de hacer política. No se puede esperar que tengamos estabilidad y tranquilidad en los mercados financieros, cuando sólo se habla de guerra de divisas, de políticas proteccionistas, de enfrentamientos y provocaciones constantes, cambios de personal en los principales puestos de la administración americana etc…

Era cuestión de tiempo que el espejismo de baja volatilidad y subidas constantes en los mercados durante 2017, se desvaneciese, dando paso a la cruda realidad. En los mercados financieros cotiza al alza la certidumbre, los buenos datos macroeconómicos, las empresas con beneficios, las políticas fiscales austeras y enfocadas a la inversión, la estabilidad política etc…

En la semana en la que el nuevo y flamante presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se ha enfrentado a su primera intervención pública y a la primera subida de tipos de interés de su mandato al frente del banco central de la primera economía del mundo, los retos y los problemas, le han aumentado sustancialmente.

En nada han quedado su declaraciones mejorando las perspectivas económicas en EEUU para los próximos años, y la afirmación contundente de que el cambio de política comercial americana, no afectaría a estas previsiones.

En estos momentos, con el pulso comercial que EEUU está echando a China y a Europa, cualquier escenario es posible, y el de una guerra comercial abierta es el que más preocupa al mundo económico y financiero. Esta afirmación no tiene nada nuevo. La novedad estriba en que ya se han dado los primeros pasos por parte de la Casa Blanca para llevar a la práctica las amenazas, que la respuesta de los países que se verán dañados no se ha hecho esperar y que todo ello ya está llevando a los principales índices bursátiles a estar en pérdidas en lo que llevamos de año, e incluso algunos como el selectivo IBEX 35, está en niveles de hace un año.

Ante esta compleja situación, las advertencias que hemos estado recibiendo de los analistas y economistas, para ser prudentes en la gestión de los patrimonios, cobran más fuerza, si cabe.

Lo que muchos inversores se preguntan es si estamos ante una tormenta de primavera, por otro lado, recién estrenada, o ante algo más dañino para los intereses de los inversores. La respuesta es que nadie lo sabe, porque estamos ante la imprevisible acción de un gobernante que prefiere el enfrentamiento a la vía diplomática y eso siempre conlleva riesgos importantes.

Lo que China ha dejado claro es que no se van a quedar con los brazos cruzados, cuando EEUU presente la lista de productos que se van a ver afectados por los aranceles. De hecho les han dejado claro, que también pueden hacerles mucho daño, si China hace los mismo con los productos agrícolas estadounidenses.

Ante este escenario, que llevará semanas o meses, descifrar que derroteros va a tomar, la paciencia, la prudencia y una buena gestión patrimonial es lo que debe dejar tranquilos a los inversores, ante la certeza de que toda tormenta anterior ha pasado y la actual, llegue hasta donde llegue también lo hará.

Ahora toca tomar nota, resguardarse y esperar. Aprovechen para descansar y disfrutar de la Semana Santa