Cerramos 2017, el año de menor volatilidad de los mercados financieros, lo que no deja de sorprender a los economistas, al tiempo que activa las alertas para el año nuevo.

Los grandes protagonistas del año que despedimos podríamos decir que son EEUU e India. En la primera economía del mundo, Donald Trump, su flamante presidente, se ha encargado de llenar titulares en los medios de comunicación y las redes sociales, la gran mayoría de las veces por desafortunados comentarios o forma de hacer política. Quién más ha festejado al era Trump, por el momento, es Wall Street, que cierra el año en máximos  y con records de 12 meses consecutivos al alza, algo que no sucedía desde 1988. Todos sus principales índices suben por encima del 20% y el S&P 500 ha batido en 60 veces sus máximos históricos. El contraste lo pone el dólar, con una caída cercana al 14% frente al euro, frente a todo pronóstico en las estrategias para 2017.

La India es el otro mercado que ha dado muchas alegrías a los inversores, con rentabilidades cercanas al 30%, en lo que se considera un espaldarazo a sus reformas, y que sigue siendo uno de los mercados favoritos para 2018.

En Europa, Alemania acumula rentabilidades positivas en el entorno del 12%, mientras que en España el selectivo español se tiene que conformar con cerrar alrededor del 8%, tras el impacto de la crisis secesionista de Cataluña, que ha provocado caídas importantes en el sector financiero y en concreto en Caixabank y Sabadell.

En Latinoamérica, Brasil con rentabilidades cercanas al 25%, también se suma al club de los que han superado el 20%, mientras que Japón se mantiene en torno al 19%.

El petróleo en el entorno de subidas del 17% y el oro del 13%, suman rentabilidades a las carteras de los inversores.

Desde el punto de vista macroeconómico ha destacado la buena marcha de las economías en general, mientras que los datos de inflación de los países occidentales han seguido siendo llamativamente bajos.

La baja volatilidad que hemos vivido durante 2017, ha hecho que muchos inversores pierdan el miedo a los mercados de renta variable, olvidando que hay que ser fieles a un perfil de riesgo, al margen de cómo se comporten los mercados. El error que suelen cometer es hacerse agresivos cuando los mercados suben y pasar a conservadores cuando baja, algo que siempre hacen, después de que el mercado haya subido o bajado, es decir, con “el pie cambiado”, lo que termina provocando pérdidas importantes en algún momento.

De ahí, que como advertencia para 2018, no está de más recordar, que el perfil de riesgo lo debe marcar la edad, el patrimonio que se tenga o la experiencia y cultura financiera adquirida, nunca la evolución de los mercados financieros. 

También pensando en 2018, los inversores de se deberán preguntar cómo les va a impactar la entrada en vigor de la directiva europea MIFID II, de ahí que deban preguntar cuanto antes a su entidad financiera, para saberlo, y poder decidir si mantener la que tienen o buscar otra, en función de los costes y el servicio que reciben.

Con la entrada en vigor de la MIFID II, el año próximo garantiza que será muy movido para muchos de los clientes de la banca tradicional y para las propias entidades, que todavía están haciéndose a la idea del impacto que les supondrá el impacto, del llamado tsunami financiero.

2018 será el año de la mayoría de edad del siglo XXI, esperemos que se comporte con la madurez que ya debería demostrar.

Feliz Año Nuevo