La semana de acción de gracias en EEUU y ésta en España, son sin duda la antesala de lo que se espera para las Navidades, que están a la vuelta de la esquina.

Buena parte de todo lo que se consume durante las Navidades, comienza en la última semana de noviembre y la primera de diciembre, en buena parte de los países occidentales.

Los mercados financieros, con los días festivos, ven bajar sus volúmenes de contratación y los índices se mueven con poca actividad, tal y como estamos viendo en las últimas sesiones. Los gestores están cerrando el año consolidando beneficios y preparando las carteras para el año próximo. 

En este mes de diciembre, se considera que el día 15 se podrá dar por terminado el año, tras el cierre de la sesión de vencimiento de los derivados. A partir de esa fecha los volúmenes volverán a bajar y prácticamente se considerará el año cerrado.

A modo de resumen previo de lo que ha sido este año, sin lugar a dudas la ausencia de volatilidad es lo más destacado por todos los expertos.Para los contribuyentes que quieren ajustar su factura con Hacienda, están apurando los últimos días para hacer sus aportaciones a planes de pensiones, aumentar las amortizaciones de sus hipotecas, hacer operaciones con activos financieros para llevar a cabo compensaciones de plusvalías o minusvalías, hacer donaciones etc…

Este ejercicio de planificación fiscal, sería conveniente hacerlo durante todo el año, pero lo cierto es que la inercia, lleva al mismo comportamiento. Siempre  queda para las últimas semanas, de ahí que aumente la actividad con estas materias, casi de forma proporcional a las compras navideñas, las comidas y cenas de empresas etc…

Con todo lo que hay que hacer durante el último mes del año, no es de extrañar que estas fiestas de la Constitución y la Concepción, lleguen como agua caída del cielo, para descansar y coger fuerzas para encarar la recta final del año.