Quien nos iba a decir, que algunos radicales de nuestro país, están asustando a una de nuestras principales fuentes de crecimiento económico.

Esta semana se puede decir que ha sido la semana del turismo. Los datos anunciados por el Instituto Nacional de Estadística y publicados en todos los medios de comunicación, son alentadores al tiempo que alarmantes.

Según dichos datos, más de 36 millones de turistas han visitado nuestro hasta junio, lo que supone un 11% más que el año pasado por estas fechas. Se han gastado, que es lo importante, unos 37.200 millones de euros, con un gasto por turista de unos 143 euros por día. Hasta aquí las buenas noticias, ahora vamos con las alarmantes.

Algunos consideran que podemos llegar a tener 84 millones de turistas y desbancar a Paris, como el primer destino turístico. Ésta afirmación, que a priori suena muy bien, tiene dos posibles efectos negativos. El forma de preguntas, podemos plantearnos ¿estamos preparados para recibir casi el doble de la población que existe en España? Además esos turistas no se reparten de forma homogénea en el territorio nacional, lo que agrava la pregunta formulada, si además la hacemos por provincias.

La segunda pregunta, y suponiendo que el turismo siga siendo muy rentable para el PIB nacional, sería ¿no se olvidarán nuestros políticos de seguir haciendo reformas para poder ser punteros en otros sectores de alto valor para la economía?. Corremos el riesgo de que los buenos datos del PIB, distraigan la atención de que seguimos siendo un país de turismo, ladrillo y algo más en el sector servicios.

Respecto al tema de los radicales que en algunas ciudades están maltratando a algunos turistas, lo cierto es que el sector está preocupado por la mala imagen que nos da en el exterior, así como el impacto económico que puede llegar a tener.

Desde otro punto de vista, también resulta muy dañada la imagen de nuestro país, si la forma de contralar al turismo “descontrolado” es a base de golpes, amenazas y daños por doquier. Estos comportamientos, desde el punto de vista social son reprobables, porque si en algo ha avanzado la humanidad en sus miles de años de historia, es en encontrar soluciones a los problemas, por vías más sofisticadas, como son el diálogo, las leyes y la gestión eficiente de los recursos.

Soy consciente de que la realidad nos ha demostrado y nos demuestra cada día, que hay personas no han evolucionado nada, en ese aspecto, respecto al homo sapiens. No obstante, debemos seguir luchando y trabajando para que el ser humano esté más formado, mejor educado y con valores, para que la gran mayoría, si utilicen el intelecto a la hora solucionar conflictos y enfrentarse a los retos.

Las consecuencias de dar pasos hacia tras en este campo, dejando que la gran mayoría de los ciudadanos parezcan traídos de la edad media o épocas históricas peores, sin duda nos llevará a retroceder en el bienestar social, por mucho que progrese la ciencia, la tecnología o la bonanza económica de los países.

Las personas y sus comportamientos son los que han marcado, y seguirán marcando la diferencia. No perdamos la esperanza de que a todos los que se les ayude a vivir de forma libre y responsable, además de ser personas agradecidas, serán semillas que darán un gran fruto en el futuro. En eso debemos encontrar la fuerza para seguir luchando por la educación y el respeto entre los seres humanos.