Cuando ya hemos cumplido el primer mes del periodo estival, se nos van acumulando algunas incertidumbres, que los mercados están cotizando a la baja.

No olvidemos, que en esta época de año, y sobre todo en el mes de agosto, el volumen de contratación en los mercados financieros baja sustancialmente, lo que hace que los precios puedan subir o bajar con más intensidad que otras épocas. De ahí, que cualquier noticia, sea positiva o negativa, puede tener un impacto mayor.

Tras lo acontecido esta semana, las incertidumbres ya estaban con la publicación de los resultados de las empresas que cotizan en bolsa, a lo que debemos añadir la debilidad del Gobierno Trump y la demora del BCE en aclarar al mercado cual en su intención, sobre la política monetaria de la Zona Euro.

La debilidad del Gobierno Trump, resulta en estos momentos, la incertidumbre que menos le gusta al mercado. No olvidemos que buena parte de las subidas en los mercados, desde noviembre del año, vienen motivadas por las expectativas que generaban su reforma fiscal y las inversiones en infraestructuras. ¿Cómo impactará en el mercado el supuesto hecho de que no se lleven a cabo? Esa es la pregunta que se hacen muchos economistas y gestores, pero que desde luego no tiene respuesta favorable, como es de prever.

El dólar está cayendo contra todas las divisas y está metiendo presión al euro, lo que a su vez puede resentir la buena marcha de la economía de la Zona Euro, si es persistente en el tiempo.

Con todo este panorama, el presidente del BCE habla de tener “paciencia y prudencia”, para justificar su postura de no cambiar el discurso, respecto a la política monetaria de la Zona Euro, aunque el crecimiento está siendo muy favorable y la inflación en terreno confortable.

Ante todo lo mencionado, el inversor, además de disfrutar de sus vacaciones, debe mantener la cautela, si es de los que cree que puede gestionar su patrimonio personalmente, o confiar en la buena diversificación y flexibilidad de la gestión independiente, si ha delegado en terceros, con esa estrategia.

A los que mantienen mucha liquidez en las cuentas corrientes, que no van a necesitar en uno o dos años mínimo, decirles que deberían ir analizando posibles estrategias según sus circunstancias personales, y estar preparados para ejecutarlas, aprovechando oportunidades de mercado.