Esta última semana pasará a la historia, por dos hechos muy relevantes: uno ha sido la subasta del banco Popular por un euro y la otra, los malos resultados para los conservadores en las elecciones de Reino Unido.


Respecto al Popular, decir que estamos ante una noticia realmente desafortunada, porque ha desaparecido un banco con 90 años de historia, que en sus años buenos se encontraba entre los más prestigiosos del mercado financiero español, con una forma de hacer banca muy cercana y comprometida. Un cúmulo de desgracias, en forma de mala gestión y proceso de reestructuración del sector, tras la crisis de 2008, han acabado con él, de la forma más lamentable, varias semanas desangrándose por la pérdida de confianza en el mercado, y un proceso de subasta, en el que por un euro, se le adjudica al Banco Santander.

Los damnificados están por doquier. Todos los accionistas y buena parte de los bonistas, han perdido todos los ahorros que en ellos habían invertido. Los empleados, muchos se encontrarán en la calle en los próximos meses, los clientes pasan a “el mundo Santander”, que entre otras cosas, se encontrarán con más comisiones y una relación muy diferente a la que recibían el en Banco Popular en sus años buenos. Sin duda habrá una lucha de culturas, tanto con los empleados y los clientes, que conllevará mucha frustración y desencanto, para la gran mayoría.

También pasará a la historia, el hecho de que se ha puesto en práctica, por primera vez desde que se aprobó, la nueva legislación en materia de resolución o liquidación de bancos en situaciones insostenibles. Si algún ahorrador tenía dudas sobre cómo se llevaría a la práctica la liquidación de un banco, ya lo tienen más claro.

Con mucha claridad hemos visto, la rapidez con la que pueden caer y desaparecer los bancos, como un aviso a navegantes, dado que el proceso de reestructuración y por tanto de desaparición de bancos, no ha terminado. Ahora están los ojos puestos en los eslabones débiles de la cadena, como Liberbank, al que el mercado está tratando sin piedad, desde la caída del Popular.

Lo deseable, es que este tipo de situaciones, sirvan de enseñanza a muchos inversores, para que lleguen a la conclusión de la necesidad de mayor educación financiera, así como trabajar con entidades y profesionales, que no pongan en riesgo los patrimonios de los clientes.

Respecto al tema de las elecciones en Reino Unido, la palabra clave es fracaso rotundo de la primera ministra, May, así como todas las incertidumbres que se abren a partir de este momento.

Lo único claro es que el lunes 19 de junio, difícilmente van a comenzar las negociaciones del Brexit, porque no hay interlocutores claros en Reino Unido. También podemos concluir que el Gobierno Británico ha demostrado que no es tan estable ni tan fuerte como ellos pensaban. En los próximos días y semanas, veremos las consecuencias de los resultados, que sin duda no tienen nada que ver con lo que sobre el papel, llevó a Teresa May a adelantar las elecciones.

Una vez más hemos podido comprobar que el papel todo los sostiene, pero la realidad puede distar mucho de lo que se espera conseguir, cuando se pone en marcha una estrategia política o empresarial.

Estamos ante tiempos de cambio y aprendizaje por doquier, para quienes quieren verlo de esa manera.