Aunque los depósitos bancarios siguen siendo el producto financiero que más ahorro acumula en nuestro país, los fondos de inversión y los planes de pensiones, ganan cuota de mercado cada año.

Aunque llevamos más de dos décadas afirmando que los fondos de inversión son el vehículo más apropiado para toda clase de ahorradores, lo cierto es que ha sido la crisis de 2008, la que más está impulsado su popularidad y crecimiento en los últimos años.

En inversión colectiva, que es la que aglutina los fondos, sicav y planes de pensiones, ya se gestionan en nuestro país, más de 500.000 millones de euros. Su favorable fiscalidad, la liquidez, la seguridad y la atractiva rentabilidad son sus principales aliados. Bien es cierto que no es oro todo lo que reluce en los fondos de inversión, de manera que las gestoras que dependen de grupos bancarios nacionales, los han utilizado para incorporar activos más que dudosos, en solvencia y rentabilidad, porque ello favorecía y favorece, los intereses del grupo bancario en concreto. Esas prácticas tan generalizadas desde hace décadas, junto con las modas que les llevan a recomendar o rechazar los fondos, han provocado en mucho inversores la frustración de la mala rentabilidad o las pérdidas de patrimonio, en momentos malos de mercados.

A todo eso hay que sumar la falta de conocimiento profundo de este vehículo de inversión, porque principalmente son las gestoras nacionales independientes,  las internacionales y  los banqueros privados o asesores independientes, los que dedican recurso y esfuerzos, para que se conozcan con detalle.

La banca tradicional está captando más dinero que nunca en fondos, básicamente por encontrar ingresos para sus cuentas de resultados. Esto sumado a un mayor conocimiento entre cada vez más inversores, es lo que está motivando el aumento de ahorro canalizado a través de ellos.

En cuanto a la rentabilidad, la gestión activa de los mejores gestores internacionales, está batiendo a su índice de referencia en los últimos años,pero no todos los consiguen. Los inversores que toman decisiones de inversión sólo en base a la información que encuentran en los medios de comunicación, son como el conductor que conduce el coche mirando por el espejo retrovisor, sin mirar hacia adelante. Lo importante para tomar la decisión final, debe ser el comportamiento a futuro que se espera de la estrategia de inversión que lleva a cabo un gestor determinado. Esta información sólo la tendrán los inversores que tienen banqueros privados para sus asuntos patrimoniales o asesores financieros independiente de mucho prestigio, que tienen acceso directo a las gestoras, para poder manejar esta información.

Respecto a los planes de pensiones, son los grandes demonizados por quienes los desconocen, básicamente por no contar con el asesoramiento fiscal y una buena planificación patrimonial, que les ayuda a detectar si realmente los necesitan, cómo rescatarlos, o determinar quiénes deben ser sus beneficiarios, y todo ello dentro de su planificación patrimonial conjunta.

Por tanto y en conclusión, que las instituciones de inversión colectiva tengan cada día más inversores, es sin duda una gran noticia, porque vamos ayudando a desbancarizar la economía española, aumentar la cultura financiera de los inversores y a proteger mejor sus patrimonios.

No debemos perder de vista, la necesidad que tienen las familias y que tendrán las generaciones que vienen detrás, de tener un patrimonio líquido, es decir, fuera de inmuebles o empresas familiares, para tener sus patrimonios bien planificados y protegidos.