Cuando ya la gran mayoría de nosotros, tenemos un pie puesto en la Semana Santa, los datos de las previsiones económicas y de la meteorología, no pueden ser mejores.

El gasto de los turistas ha aumentado un 6,4% el mes pasado, las previsiones sobre el crecimiento para este año, según el Banco de España, mejoran hasta el 2,8% y el empleo puede mejorar más de lo que el Gobierno tiene previsto. A todo ello sumamos que las reservas en los lugares turísticos son muy altos, para la Semana Santa, entre otras cosas, por la mejora del consumo y la favorable climatología.

Como hemos venido repitiendo desde hace meses, la mejora de la situación económica debía llegar a notarse en la calle, cosa que ya se detectó durante las Navidades, y que ahora refrendará la Semana Santa. La gran mayoría de las pymes ya están notando esa mejora del consumo y del optimismo, pero no hay que olvidar, todos los desafíos que todavía tenemos por delante, para evitar que esta mejora sea flor de un día, para volver al crudo invierno.

La primavera que estamos disfrutando, casualmente en este preciso instante, también como estación del año que acaba de empezar, debe animarnos a seguir aprovechando las oportunidades que se nos brindan, para hacer las reformas y cambios que nos ayuden un crecimiento sostenido, no sólo de la economía nacional, sino también de las distintas economías domésticas.

Desaprovechar todo lo que hemos estado aprendiendo en los duros años de la crisis, como el que se olvida de una pesadilla, sólo conseguirá hacer que se repita, e incluso con mayor virulencia. Ese es el gran reto al que se enfrenta nuestra sociedad, porque nuestra memoria es muy frágil, buscamos como por instinto una zona de confort y huimos del sacrificio y el esfuerzo, como el gato del agua hirviendo.

Bien es cierto, que desde Bruselas no bajarán la guardia, lo que nos obligará a seguir por la senda que marquen. Conseguir mejores salarios o retribuciones va a depender de nuestra productividad. Además los mercados financieros seguirán premiando a quienes tienen cultura financiera, para saber valorar la gestión y el asesoramiento independiente, que en momentos como los actuales, nos ayuda a disfrutar de las rentabilidades que se están obteniendo por las ayudas del Banco Central Europeo, pero que al mismo tiempo nos alertan de que esto es pasajero, que hay que estar muy atentos a las amenazas y encontrar el momento de hacer cambios drásticos en las carteras, para guardar la cosecha y esperar la llegada del invierno, es decir, la caída de los mercados, para que cuando eso suceda, se pueda minimizar el impacto en los patrimonios de los inversores.

Con todo esto, se acerca el momento de hacer un paréntesis, disfrutar del recogimiento y belleza de la Semana Santa en nuestro país, para recargarnos de fuerza espiritual y de descanso, que nos ayude a seguir luchando, porque el camino que nos queda por delante es muy largo, además de estar repleto de contratiempos.